Nuestro país sufre desde la instauración de la democracia un mal endémico que, de momento, no parece alcanzar vías de solución. Ha habido numerosos intentos para sacar adelante un pacto por la educación, pero hasta el momento no ha sido posible. Los cambios legislativos se suceden sin que puedan aplicarse con medios adecuados, financiación suficiente y en un ambiente sosegado que permita avanzar y consolidar un modelo elástico, potente y adaptado a una sociedad con requerimientos cada vez más complejos. Sin embargo, pese a los cambios vertiginosos de nuestra sociedad, no por eso debe carecer de unos mínimos principios que establezcan un suelo ético y una formación ciudadana acorde con los valores compartidos por los regímenes democráticos. En la sucesión de los cuatro artículos que aparecerán, trataré de aportar algunas claves para abordar los retos a los que se enfrenta nuestro sistema educativo.

Dibujos: Sergio Hinojosa
Muy interesantes y certeras las reflexiones de sergio Hinojosa.
Lo que resulta difícil de comprender es que España adopte modelos cada vez más ineficaces y donde el trabajo del docente se hace al tiempo, más inútil. No creo que haya ingenuidad o ignorancia en la elección de estos modelos, más bien la intención de generar una `población cada vez más ignorante y aborregada.Lamentable