De piedra, de metal

De piedra, de metal, de cosa dura,
el alma, dura ninfa, os ha vestido,
pues el cabello es oro endurecido,
y mármol es la frente en su blancura.

Los ojos, esmeralda verde y escura;
granata las mejillas; no fingido,
el labio es un rubí no poseído,
los blancos dientes son de perla pura.

La mano de marfil, y la garganta
de alabastro, por donde como yedra
las venas van de azul muy rutilante.

Mas lo que más en toda vos me espanta,
es ver que, por que todo fuese piedra,
tenéis el corazón como diamante.


Luís Vaz de Camoens, (Lisboa, 1524-1580)

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