–Pájaros, necesito con urgencia
disimular mi nada. Necesito
ser la continuación de mi presencia,
sobrevivir en desatado grito
Me da mucha vergüenza el infinito,
me humilla la sagrada permanencia.
queriendo desafiarlas me repito
en obras de amorosa trascendencia.
Canto, desesperadamente canto
con voz de tinta y letra de agonía,
rota por dentro, loca por fuera.
Me duele ya la eternidad de tanto
predecir con furiosa rebeldía:
–“Mañana cantará mi calavera”.
María Elena Walsh (Villa Sarmiento, 1930-Buenos Aires, 2011)