Asunción de la poesía I

María Elena Walsh

Yo me nazco, yo misma me levanto,
organizo mi forma y determino
mi cantidad, mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.

Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto.
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino.

Mi corazón estoy elaborando;
ordeno sufrimiento a su medida,
educo al odio y al amor lo mando.

Me autorizo a morir solo de vida.
Me olvidarán sin duda, pero cuando
mi enterrado capricho lo decida.


María Elena Walsh (Villa Sarmiento, 1930-Buenos Aires, 2011)

Comparte

Deja un comentario

Olvidos de Granada
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.