Uno que fumar quiso cierto día,
dos cajillas compró de escaso peso;
tres chinas les halló, y además de eso
cuatro huesos oriundos de una encía;
cinco espartos; tres pipas de sandía;
seis moscas; dos avispas y algún yeso;
siete granos de sal; de fruta un hueso;
ocho objetos pequeños de herrería;
nueve estaquillas de un botillo viejo;
diez recortes de uñas de algún caco;
once plumas, pelillos de conejo;
doce o más cerdas de la crin de un jaco;
trece pajas; de habas un hollejo…
catorce gramos de infernal tabaco.
Jesús M Jauret (Jaén, hacia 1880)