Apertura
Son palabras, son mitos. Solamente
existen en la voz y en la pintura:
en el silencio que les da textura
y densidad de tiempo diferente
Rafael Juárez
En 1984 una orden del Parlamento Europeo daba luz verde a la fundación de una Universidad Euro-árabe para Diplomas Universitarios en un punto de encuentro tradicional de la cultura euromusulmana en suelo español[i], en la que pudieran hacer estudios de especialización aquellos universitarios de la comunidad y de los países árabes que así lo desearan. De este modo, se iniciaba la andadura de la institución, publicándose en el BOE el día 3 de junio de 1985 la Orden de Presidencia del Gobierno, de 29 de mayo de 1985, por la que se designa una Delegación para establecer los contactos necesarios con las Comunidades Europeas y los países árabes que conduzcan a la celebración de negociaciones formales para la fundación. El emplazamiento en España era idóneo por el pasado histórico del país respecto a la Comunidad Europea y Granada tenía abonado el terreno con iniciativas de sesenta años antes, como eran las Escuelas de Estudios Árabes y las Residencias de Estudiantes Marroquíes en las Casas del Chapiz.
A raíz de esta Orden se estudian las diferentes posibilidades para adecuar un espacio físico en Granada y la Secretaría de Estado de Universidades decide que “la primera piedra” sea el Rectorado de la misma[ii], acudiéndose a un edificio cerrado y abandonado en la calle San Jerónimo que pertenecía a la Universidad de Granada y que había sido la sede del SEU, Sindicato Español Universitario. Una antigua casona en el centro de la ciudad que aún conservaba unos pocos elementos de carpintería de los siglos XVI al XVIII, pero cuyo estado general era lamentable y no permitía su conservación integral, al no adaptarse tampoco a las necesidades de espacios mínimos para cumplir la función académica exigida. Así, surge el encargo al arquitecto Pedro Salmerón Escobar para realizar el proyecto en el que se proponía conservar la fachada, desmontar los elementos interesantes que aún pervivían en el edificio para su recuperación posterior, y la obligación de reconstruir el patio en el mismo emplazamiento y con las mismas dimensiones[iii].
Será durante el proceso de construcción, en el que se define el despacho del rector, cuando surgirá la idea de contar con Julio Juste para intervenir en la decoración de la bóveda de esta dependencia. El encargo fue sugerido por Salmerón al arquitecto, José Corral, que llevaba el seguimiento de la obra por parte de la Secretaría de Estado de Universidades que tenía, entre otras tareas, la de añadir artistas plásticos al edificio. Así es como se componen la vidriera cupulada del patio y el mural de la escalera, obras de Carlos Muñoz de Pablos y Faik Husein (1944-2004), respectivamente. Es un momento en el que la recuperación de la intervención artística en la obra pública comenzaba a fomentarse a un alto nivel, algo similar a lo que había ocurrido durante la política de construcción de los poblados de colonización, en los que intervinieron importantes artistas plásticos para darle decoro a aquellos proyectos de desarrollo agrario. De hecho, en 1990, tuvo lugar la exposición A propósito de Arquitectura y Pintura (1982-1989)[iv] coproducida por la Consejería de Obras Públicas mediante la Dirección General de Arquitectura y Vivienda de la Junta de Andalucía y el Colegio Oficial de Arquitectos de Granada, en la que se daba repaso a ocho proyectos pictóricos repartidos por toda España en los que habían intervenido artistas plásticos como Rafols, Gordillo, Teixidor, Saura, Lucio Muñoz, Barceló, Pérez Villalta y el propio Julio Juste, con su intervención en la bóveda granadina.
En este catálogo se publican dos textos fundamentales para el conocimiento del espacio que nos ocupa. Por una parte, el trabajo arquitectónico trazado por Pedro Salmerón y, por otra, la interpretación pictórica realizada por el propio Juste, en cuyo texto descubre algunas cuestiones relativas al proceso y significado de la Universidad Euroárabe, pero también da claves de otra de sus obras relacionadas con la arquitectura como es el techo del local Planta Baja[v]. En este aspecto es significativo que los tres grandes proyectos trazados por Julio Juste para acompañar la arquitectura, salvando la intervención posterior Ave Marina en Adra (1998), se desarrollaran en el mismo año de 1989: el muro de la Marquesa denominado Arqueología del Saber; la bóveda de la Euroárabe, Cielo de la memoria; y la cubierta, Oasis, sobre lienzo para Planta Baja. Tres trabajos de muy diferente signo, pero con grandes espacios de encuentro simbólico, en los que la tradición y el clasicismo se ponen al servicio de una revisión contemporánea y moderna de los mitos y las tradiciones. Si bien el muro es un espacio de hallazgo arqueológico, la bóveda es una cosmogonía y un firmamento compartido, mientras el techo de Planta Baja se presenta como una reflexión sobre los baños clásicos y el cruce con las tiendas de campaña de las poblaciones nómadas. Fuera dejaríamos la acción resultante del estudio urbanístico de la ciudad y cercana al “Land Art”, 690/D, en la que de forma empírica demuestra como el eje de crecimiento de la ciudad se genera a través del punto umbilical del cruce de la curva de nivel 690 con el oculto río Darro[vi].
Retomando nuestro recorrido por la bóveda del despacho rectoral de la Universidad Euroárabe, nos encontramos en un momento del año 1988 en el que Pedro Salmerón hace el encargo a Julio para intervenir en la obra arquitectónica que se está realizando, a la que aún queda prácticamente un año para que se pueda dar como abordada en su ejecución pictórica. En este año de 1988, Julio pasa largas temporadas en Nueva York y será allí donde comience a trazar los bocetos de alguno de los temas que quedarán pintados en el techo granadino, al tiempo que establece relación con una pareja afroamericana que también dejará su huella en el cielo de la memoria que se ejecutará durante el verano del año siguiente.
El propio Julio, en una entrevista realizada por José Sánchez Montes en 1989 ante la obra recién concluida del muro de la Marquesa, Arqueología del Saber, explica cómo desde el origen del encargo pensaba conseguir una iconografía alusiva a la conexión de dos mundos y dos espacios geoestratégicos, como son el occidental y el oriental islámico. Para ello, una serie de conversaciones con el poeta Rafael Juárez serán fundamentales de cara a ciertas indicaciones literarias y, especialmente, para el concepto de Memoria que más adelante va a guiar toda la pintura[vii]. También es importante el propio encargo de Salmerón en el que, mediante las charlas previas, incidía en las imágenes de la bóveda celeste, tanto para la cúpula-vidriera del patio como para el salón rectoral, pues el firmamento es un punto de unión de ambas culturas y la imagen del paraíso también lo es. Así lo declara el artista en la citada entrevista a través de la concepción bizantina que contaminó el imaginario árabe por medio del conocimiento clásico, convirtiéndose en una ida y vuelta de un cielo común, en el que planetas y astrología llenaban ese gran vacío compartido de la esfera celeste. A lo largo de este documento fundamental que es la entrevista realizada por José Sánchez Montes, Julio desgrana algunas cuestiones más sobre el proceso de creación de la misma, pues desde el encargo hasta casi un año después, que es cuando puede entrar a trabajar en el espacio, Julio había ido realizando numerosos esbozos y había ido dando forma a personajes e incluso a la composición final. De este modo, por ejemplo, sabemos que la figura de Atlas es el primer personaje que se comenzó a perfilar y es el que más imágenes desarrolló para finalmente no plasmarse ninguna en el techo. También durante la estancia neoyorquina sabemos que, mientras desarrolla una serie de dibujos en un block en el que recoge el Carro Solar, Centauro/Sagitario, Aries o Virgo/Libra, es cuando toma la decisión iconológica de realizar un firmamento de configuración copernicana y no ptolemaica, construyendo así una interpretación heliocéntrica de todo el espacio. No obstante, no será hasta el momento en que se encuentre cara a cara con la bóveda cuando se empiecen a tomar decisiones básicas para la ejecución pictórica.
[i] Recogida en el BOE nº 132 de lunes 3 de junio de 1985, número 10130. Pág. 16631
[ii] Debo estos datos a D. Pedro Salmerón Escobar, arquitecto encargado de la rehabilitación del edificio.
[iii] Ídem.
[iv] Catálogo A propósito de Arquitectura y pintura. GRANADA. 1989
[v] Juste, Julio. El cielo de la memoria. A propósito de Arquitectura y pintura. GRANADA 1989.
[vi] Página web
[vii] Juste, Julio. El cielo de la memoria en La Fábrica del Sur, nº 1. Págs. 73-79. GRANADA 1989.
Como siempre didáctico y enriquecedor. Gracias señor Vallejo.
Magnífico el artículo. Yo viví muy de cerca todo el desarrollo del proyecto de la Euroárabe, ya que hice el seguimiento fotográfico desde sus inicios, hasta la colocación de la vidriera que cerraba la cubierta. Hay un error que imagino,conociéndote será de trascripción. El autor del mural , situado en la entrada ,creo recordar, Iraquí de origen Kurdo, afincado en Nueva York , se llamaba Faik Husein no Faik Hasan Lo conocí bien y compartí toda la fase de creación de la pintura….
Muchas gracias, Javier, por la aportación.