La fama es como un árbol frutal:
Tan desvaída
que nunca florece
hasta que la madera yace caída.
Así, hombres de fama
nunca encontrarán el camino
hasta que mucho tiempo haya pasado
después de su mortal destino.
Nick Drake
Fruit Tree de Five Leaves Left (1969)
Probablemente este libro jamás se habría escrito si no hubieran existido antes un puñado de canciones que después de más de 40 años de haber sido compuestas, siguen teniendo la magia y el poder de cautivar, de despertar la emoción y avivar la creatividad de aquellos que las escuchan. Personajes extraños y misteriosos abundan en la historia del rock, pero pocos de ellos han dejado un legado en forma de canción que transcurrido el tiempo siga sin perder un ápice de su autenticidad y contemporaneidad, y que sea capaz de influir en tanta gente y tan distinta.
El autor de esas canciones fue Nick Drake (1948 -1974), un artista casi desconocido que en vida no tuvo repercusión alguna, pero cuya corta obra se ha convertido en una de las más influyentes de la historia del rock.
Far Leys, la segunda novela de Miguel Ángel Oeste es una historia que empieza con una epifanía y termina con una muerte. La historia de un músico ignorado durante su vida que empezó a ser escuchado según pasaban los años hasta convertirse en un personaje de culto. Y es una historia de amores. De amores fracasados, de amores frustrados.
Como afirmaba David Foster Wallace, todas las historias de amor son historias de fantasmas. Far Leys nos sumerge en varias historias de amor, unas son historias de fantasmas del pasado, otras nos hablan de los fantasmas del futuro.
Alternándose en la narración, los dos personajes principales, Janet, que ha vivido casi toda sus vida subyugada por el amor no correspondido a Nick Drake al que conoció en vida, y Richard, un famoso actor que no lo conoció pero al que su obsesión por Drake y su miedo al futuro le condicionan su relación amorosa, ambos nos muestran a un Nick Drake muy presente todavía en los recuerdos de los que le conocieron, tan vivo en la huella que dejó en los que le trataron, como en la obsesión que crea en algunos su música y su misteriosa vida.
Y en medio de este maremágnum de emociones, de encuentros y desencuentros, se pasea un Nick Drake vivo, real y humano, de cuya vida vamos conociendo poco a poco detalles. Como en toda historia de ficción, en Far Leys hay tanto de verdad como de mentira en cualquier biografía. La ficción se ha entretejido con la realidad, tiñendo a ambas de la seducción de la imaginación, de la astucia de la memoria. No es difícil percibir tras el personaje de Richard, la figura del fallecido actor Heath Ledger (1), que poco antes de su muerte preparaba una película sobre el músico. O el velado homenaje al crítico músical Ian MacDonald (2) en la figura de la otra gran protagonista de la novela, Janet. Por el relato se entrecruzan personajes reales que conocieron a Drake con situaciones de ficción que Oeste ha sabido mezclar con la dosis exacta, para que ficción y realidad conformen un escenario en donde el lector transita por los caminos de la melancolía y la tristeza, el paisaje de fondo de las canciones de Drake. La tristeza, la depresión y, finalmente, la muerte, siempre presentes en la vida de los protagonistas de la novela como en la propia vida de Nick Drake.