Las imágenes que abren olvidos.es han sido grabadas por Ático 7 en el interior del Centro Federico García Lorca de Granada. Como puede apreciarse, se trata de un Centro vacío. Hasta junio de 2010, allí estaban los obreros que habían levantado esa construcción hasta prácticamente terminarla. Pero entonces se produjo un parón en los trabajos -largamente anunciado y temido, por otra parte- que todavía dura y que ha convertido el futuro de esta importante infraestructura cultural de Granada en un misterio insondable.
No es fácil encontrar explicación a lo que sucede, y pedirla son ganas de perder el tiempo. Las dificultades que ha tenido que atravesar la idea de tener en Granada el legado completo de García Lorca en un Centro dedicado al estudio y la proyección de su obra, empezaron antes de la construcción y nada tenían que ver entonces con problemas de disponibilidad económica. Desde el primer momento, las escaramuzas políticas tejieron una trama de zancadillas cuya superación ha costado demasiada energía. Nadie ha dicho en público que no quiere que exista el Centro Federico García Lorca, pero la suma de todo lo que ha ocurrido desde antes del primer día de su realización deja una cosa muy clara: por razones de las que nadie se atreve a dar cuenta, las instituciones implicadas han permitido que el proyecto acabe encallando en una situación tan lamentable como la actual, al tiempo que esas mismas instituciones hacían cada dos o tres meses comunicados que anunciaban soluciones que nunca se llevaban a la práctica. A la desidia se ha sumado el escamoteo, y eso constituye una responsabilidad política de envergadura. Hoy por hoy, lo único con lo que contamos es con un Centro Federico García Lorca terminado, vacío y cerrado, y eso sólo puede explicarse como un desolador resultado de la desidia y/o el desinterés. Las dificultades del Centro Lorca no empezaron con la crisis, sino mucho antes, y eso invita a pensar que los problemas están en la o las voluntades políticas implicadas en el asunto.
Y es imposible saber si se trata de una mera coincidencia, pero el caso es que en la periferia de Granada, al borde de la Ronda Sur, hay otro espléndido edificio, el nuevo Hospital Clínico, que también lleva más de un año terminado, cerrado y vacío. Tampoco hay una explicación clara al respecto.
Las imágenes del Centro vacío llevan la música que Enrique Morente compuso para la exposición Everstill organizada por la Fundación García Lorca y que llenó de presencias vivas la Huerta de San Vicente de Granada. Agradecemos a dicha Fundación su amable autorización para la grabación de las imágenes y la reproducción de la música.